Ha celebrado el 50ª aniversario de su refundación y el 10º aniversario de su salida procesional a costal portando el paso mujeres. En los actos conmemorativos han estado presentes los legionarios -Gastadores y la Banda de Cornetas y Tambores- de la Brigada Rey Alfonso XIII con sede en Almería.
Adalberto García Donas León
La Hermandad y Cofradía de Cristo Crucificado de Belmez ha celebrado de forma extraordinaria y como merecía la ocasión, el 50ª Aniversario de su fundación y el 10º Aniversario desde que el paso saliera portado por costaleras.
Como podrán comprender, el camino andado hasta llegar a este día tan especial para dicha Hermandad no ha sido nada fácil, y para conseguirlo han contado con la inestimable colaboración del Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento, que desde el principio se ha volcado incondicionalmente con la idea, también han contado con el beneplácito de la Parroquia de Belmez y como no podía ser de otra forma, con el apoyo de todos los belmezanos, así como con el de un buen número de casas comerciales de la localidad y algunas de Peñarroya-Pueblonuevo, Villaviciosa de Córdoba y Azuaga.
Corría 1945 cuando la parroquia de Belmez recibía del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci la talla de Cristo Crucificado encargada meses atrás por un grupo de excombatientes de la guerra civil española, cerrando así la llegada a la localidad de imágenes realizadas por el mismo autor. Anteriormente en 1939 había llegado la talla de Ntra. Sra. de los Remedios, Patrona de Belmez y en 1940 las tallas de Cristo Yacente, Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Stma de los Dolores y Esperanza.
Desde que se creara la Hermandad de Cristo Crucificado en 1959 se ha distinguido por su constancia, afianzándose aun más, desde que decidieran hace ahora diez años, dejar las ruedas a un lado y sacar el paso a costal portado por mujeres. Desde entonces, a esa constancia se le ha unido la innovación y el tesón que han debido tener en estos tiempos de crisis que corren, para llegar a las cotas que han llegado, por y para la Semana Santa Belmezana, culminando todo ello, con los actos de aniversario organizados y que ahora comento en forma de crónica.
El sábado 6 de junio, se presentó con una predicción de un 45 por ciento de que hubiera lluvia, y como queriendo dejar por mentiroso al Servicio Meteorológico Andaluz, el día estaba pasando sin mayor importancia entre nubes amenazantes y claros esperanzadores, pero ni gota de agua. Les puedo asegurar que esa tarde cuando llegamos a Belmez sobre las 16,30 horas hacía una tarde excelente con temperatura veraniega, que nos animó incluso a dejar los paguas en el coche y sentarnos en la terraza de uno de los bares frente a la parroquia para hacer un poco de tiempo, pues las cita era a las 17,30 horas en la Ermita de la Virgen de los Remedios, para coordinar e iniciar desde allí el desfile procesional de estandartes de las hermandades invitadas, juntos con los legionarios, Hermanos Mayores y demás autoridades presentes.
Sobre las 17 horas decidimos partir tranquilamente hacia la Ermita y a mitad de camino comenzó de pronto a ponerse tan negro, que a unos 100 metros de nuestro destino, ante la tromba de agua que comenzaba caer y el viento racheado que hacía, tuvimos que refugiarlos junto con otras personas y dos costaleras, en el portal de una casa, cuya dueña muy amablemente nos permitió estar allí el tiempo que hiciera falta. Una media hora, aprovechando un “claro”, pudimos llegar a la Ermita y esperar pacientemente la decisión de la Junta de Gobierno.
Estos, tras consultar con el servicio meteorológico y en vista de los informes favorables que les dieron, que en un corto plazo de tiempo se iría la borrasca, decidieron aplazar una hora, la salida hacia la Parroquia.
Efectivamente, una hora después, sobre las 19,00 horas, llegaron los legionarios con la velocidad que les caracteriza desde el restaurante de la Piscina Municipal donde habían comido. La comitiva la abrían los legionarios -Gastadores y Banda de Cornetas y Tambores- de la Brigada Rey Alfonso XIII, seguidos por las autoridades, entre los que vimos a la alcaldesa de Belmez, Aurora Rubio, a la Concejal de Cultura, Aurora Alcalá, representantes de otros Ayuntamientos de la comarca, Hermanos Mayores de las 25 hermandades asistentes y Junta de Gobierno de la Hermandad organizadora, con su Hermano Mayo, Juan José Sujar a la cabeza, y todos a su vez, acompañados por cientos de personas que no quisieron perderse el “desfile”, donde la tradicional velocidad de los legionarios, contrastaba con el andar normal de los demás, motivo por el cual, cada cierto tiempo paraban y esperaban a que les alcanzara el resto de la comitiva.
Al llegar a la parroquia, gastadores y banda, formaron en círculo y volvieron a realizar movimientos castrenses al compás de las marchas militares, incluyendo las letras que ellos mismos cantaban, muy aplaudido por las cientos de personas que estuvieron presentes. Media hora después, rompieron filas y comenzó la Solemne Misa en honor a Cristo Crucificado, oficiada por el párroco de Belmez, Juan Diego Recio, en una parroquia totalmente abarrota. No cabía un alfiler. La misma fue cantada por el Ateneo Belmezano.
La anécdota del día la protagonizó el propio párroco al comenzar la homilía sin haber leído el Evangelio. Seguramente la emotividad del momento, que no los nervios, le traicionó. Cuando fue advertido segundos después del olvido, reconoció de forma simpática el error y sin inmutarse lo más mínimo, comenzó la lectura del evangelio.
Tras la santa misa, sobre las 21,30 horas, salía en procesión la imagen protagonista de Cristo Crucificado, portado a costal por 34 costaleras, muchas de las cuales están en el paso desde la primera salida a costal, hace ahora 10 años. Desde entonces son dirigidas por Juan Manuel Garrigó Rodríguez, al que acompaña desde el primer año, cuando tenía 5 años, el joven Roberto Andrés López.
Cristo Crucificado iba precedido por los estandartes de la Hermandades asistentes y los legionarios gastadores. Tras el paso, movido magistralmente por las costaleras al compás que escuchaban, iban las autoridades y hermanos mayores, cerrando la procesión los legionarios de la Banda de Cornetas y Tambores, que para la ocasión tocaron marchas procesionales acordes al paso que acompañaban, entre las que incluyeron excepcionalmente el himno a la legión, muy aplaudido por todos los acompañantes.
Con paso corto, paso costalero, paso de oca o de costero a cotero, entre otros muchos cambios que les pude ver, recorrieron las calles Santa María, Tesoro, Aduana, El Santo, Real, Córdoba y de vuelta por Negrillo a la Parroquia.
Vaya para todos los miembros de su Junta de Gobierno, hermanos y costaleras, mi enhorabuena más sincera, resumiendo así la buena sensación que se llevaron todos los consultados que estuvieron presentes en este acto, haciéndola también extensiva al Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento Belmezano, por las arduas gestiones realizadas para conseguir traer a los legionarios de la Brigada Rey Alfonso XIII a Belmez.
Dentro de 25 años más.
Adalberto García Donas León
La Hermandad y Cofradía de Cristo Crucificado de Belmez ha celebrado de forma extraordinaria y como merecía la ocasión, el 50ª Aniversario de su fundación y el 10º Aniversario desde que el paso saliera portado por costaleras.
Como podrán comprender, el camino andado hasta llegar a este día tan especial para dicha Hermandad no ha sido nada fácil, y para conseguirlo han contado con la inestimable colaboración del Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento, que desde el principio se ha volcado incondicionalmente con la idea, también han contado con el beneplácito de la Parroquia de Belmez y como no podía ser de otra forma, con el apoyo de todos los belmezanos, así como con el de un buen número de casas comerciales de la localidad y algunas de Peñarroya-Pueblonuevo, Villaviciosa de Córdoba y Azuaga.
Corría 1945 cuando la parroquia de Belmez recibía del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci la talla de Cristo Crucificado encargada meses atrás por un grupo de excombatientes de la guerra civil española, cerrando así la llegada a la localidad de imágenes realizadas por el mismo autor. Anteriormente en 1939 había llegado la talla de Ntra. Sra. de los Remedios, Patrona de Belmez y en 1940 las tallas de Cristo Yacente, Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Stma de los Dolores y Esperanza.
Desde que se creara la Hermandad de Cristo Crucificado en 1959 se ha distinguido por su constancia, afianzándose aun más, desde que decidieran hace ahora diez años, dejar las ruedas a un lado y sacar el paso a costal portado por mujeres. Desde entonces, a esa constancia se le ha unido la innovación y el tesón que han debido tener en estos tiempos de crisis que corren, para llegar a las cotas que han llegado, por y para la Semana Santa Belmezana, culminando todo ello, con los actos de aniversario organizados y que ahora comento en forma de crónica.
El sábado 6 de junio, se presentó con una predicción de un 45 por ciento de que hubiera lluvia, y como queriendo dejar por mentiroso al Servicio Meteorológico Andaluz, el día estaba pasando sin mayor importancia entre nubes amenazantes y claros esperanzadores, pero ni gota de agua. Les puedo asegurar que esa tarde cuando llegamos a Belmez sobre las 16,30 horas hacía una tarde excelente con temperatura veraniega, que nos animó incluso a dejar los paguas en el coche y sentarnos en la terraza de uno de los bares frente a la parroquia para hacer un poco de tiempo, pues las cita era a las 17,30 horas en la Ermita de la Virgen de los Remedios, para coordinar e iniciar desde allí el desfile procesional de estandartes de las hermandades invitadas, juntos con los legionarios, Hermanos Mayores y demás autoridades presentes.
Sobre las 17 horas decidimos partir tranquilamente hacia la Ermita y a mitad de camino comenzó de pronto a ponerse tan negro, que a unos 100 metros de nuestro destino, ante la tromba de agua que comenzaba caer y el viento racheado que hacía, tuvimos que refugiarlos junto con otras personas y dos costaleras, en el portal de una casa, cuya dueña muy amablemente nos permitió estar allí el tiempo que hiciera falta. Una media hora, aprovechando un “claro”, pudimos llegar a la Ermita y esperar pacientemente la decisión de la Junta de Gobierno.
Estos, tras consultar con el servicio meteorológico y en vista de los informes favorables que les dieron, que en un corto plazo de tiempo se iría la borrasca, decidieron aplazar una hora, la salida hacia la Parroquia.
Efectivamente, una hora después, sobre las 19,00 horas, llegaron los legionarios con la velocidad que les caracteriza desde el restaurante de la Piscina Municipal donde habían comido. La comitiva la abrían los legionarios -Gastadores y Banda de Cornetas y Tambores- de la Brigada Rey Alfonso XIII, seguidos por las autoridades, entre los que vimos a la alcaldesa de Belmez, Aurora Rubio, a la Concejal de Cultura, Aurora Alcalá, representantes de otros Ayuntamientos de la comarca, Hermanos Mayores de las 25 hermandades asistentes y Junta de Gobierno de la Hermandad organizadora, con su Hermano Mayo, Juan José Sujar a la cabeza, y todos a su vez, acompañados por cientos de personas que no quisieron perderse el “desfile”, donde la tradicional velocidad de los legionarios, contrastaba con el andar normal de los demás, motivo por el cual, cada cierto tiempo paraban y esperaban a que les alcanzara el resto de la comitiva.
Al llegar a la parroquia, gastadores y banda, formaron en círculo y volvieron a realizar movimientos castrenses al compás de las marchas militares, incluyendo las letras que ellos mismos cantaban, muy aplaudido por las cientos de personas que estuvieron presentes. Media hora después, rompieron filas y comenzó la Solemne Misa en honor a Cristo Crucificado, oficiada por el párroco de Belmez, Juan Diego Recio, en una parroquia totalmente abarrota. No cabía un alfiler. La misma fue cantada por el Ateneo Belmezano.
La anécdota del día la protagonizó el propio párroco al comenzar la homilía sin haber leído el Evangelio. Seguramente la emotividad del momento, que no los nervios, le traicionó. Cuando fue advertido segundos después del olvido, reconoció de forma simpática el error y sin inmutarse lo más mínimo, comenzó la lectura del evangelio.
Tras la santa misa, sobre las 21,30 horas, salía en procesión la imagen protagonista de Cristo Crucificado, portado a costal por 34 costaleras, muchas de las cuales están en el paso desde la primera salida a costal, hace ahora 10 años. Desde entonces son dirigidas por Juan Manuel Garrigó Rodríguez, al que acompaña desde el primer año, cuando tenía 5 años, el joven Roberto Andrés López.
Cristo Crucificado iba precedido por los estandartes de la Hermandades asistentes y los legionarios gastadores. Tras el paso, movido magistralmente por las costaleras al compás que escuchaban, iban las autoridades y hermanos mayores, cerrando la procesión los legionarios de la Banda de Cornetas y Tambores, que para la ocasión tocaron marchas procesionales acordes al paso que acompañaban, entre las que incluyeron excepcionalmente el himno a la legión, muy aplaudido por todos los acompañantes.
Con paso corto, paso costalero, paso de oca o de costero a cotero, entre otros muchos cambios que les pude ver, recorrieron las calles Santa María, Tesoro, Aduana, El Santo, Real, Córdoba y de vuelta por Negrillo a la Parroquia.
Vaya para todos los miembros de su Junta de Gobierno, hermanos y costaleras, mi enhorabuena más sincera, resumiendo así la buena sensación que se llevaron todos los consultados que estuvieron presentes en este acto, haciéndola también extensiva al Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento Belmezano, por las arduas gestiones realizadas para conseguir traer a los legionarios de la Brigada Rey Alfonso XIII a Belmez.
Dentro de 25 años más.
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