(Carta abierta a José Antonio Fernández, alcalde de Espiel (Córdoba)
Francisco López Pozo
Hoy, domingo 25 de enero, señor alcalde, sucedió "lo evitable que se puede evitar": La techumbre de un pabellón deportivo en Sant Boi (Barcelona) aplasta a cuatro chiquillos que jugaban allí y, bajo sus escombros, los sacan cadáveres. Una muerte de esa naturaleza y con niños de por medio, ni es la primera, ni parece que será la última. ¿Por qué? Lamento echárselo de nuevo a la cara: Por culpa de autoridades como usted. Usted tiene metido en la cabeza que las muertes están determinadas ya de antemano por el Hado, usted cree en el Hado. Se lo he dicho alguna vez y parece que su credulidad en el DESTINO es dura como el granito. El Hado o el Destino es un cuento chino, amigo mío (lo de "amigo mío" es sólo una manera de hablar). Usted será responsable de que, a cualquier hora —la fecha es lo de menos— una gota fría, un deslizamiento por el barro en la calzada, o la nieve, o un aguacero repentino, o la espesa niebla de casi todos los días, o un fallo de los mecanismos del autobús de la Empresa LÓPEZ de viajeros, o el mal estado de la calzada, o las cuatro o cinco curvas cerradas, o la falta de parachoques en los márgenes de la vía, precipiten al vehículo con todos sus viajeros, desde la altísima cumbre de la montaña hasta las profundidades de la sima por donde baja o sube el autobús varias veces diariamente.
Se le ha avisado de esa catástrofe que, en palabras del informe oficial de la Guardia Civil "será de muchas víctimas humanas". Hará cosa de unos días, ¿sabe usted que los medios de comunicación daban la espeluznante noticia de que un autobús, en la república ecuatoriana o boliviana, rodaba de peñasco en peñasco, desde la cordillera de los Andes, al fondo de los valles? Pero lo más indignante, ya hablando del caso de su pueblo, sería el motivo tan vil por el que tal catástrofe —inútilmente gratuita— podría producirse en Espiel: Usted se ha empeñado en que el autobús de línea de la Empresa LÓPEZ, cuando recoge a los convecinos de usted en la parada, no dé la vuelta para retornar a la excelente vía Badajoz-Granada —recientemente inaugurada. Ha ordenado a su policía municipal multar y, en efecto, ha multado con ¡1500 Euros y a la pérdida de tres puntos en su carnet! al conductor, que regresó a la Nacional Badajoz-Granada, cumpliendo órdenes de la Empresa. ¿Por qué razón le ha infringido ese castigo y lo tienen pronosticado sus compañeros de trabajo si hacen lo mismo? Muy sencillo: En el lugar de la parada de uso de los viajeros se ha inaugurado un nuevo hotel. Éste necesita espacio en la calzada para poner los veladores de su cafetería y también para estacionamiento de los coches forasteros. Concedido el permiso municipal, al autobús entonces se le obliga a salir de Espiel, no por la excelente Nacional 432 Badajoz-Granada, por la que ha entrado; sino, lo quiera o no, por la antigua del cementerio, la más peligrosa de la provincia, ya descrita más arriba. Semejante conducta induce, alcalde de Espiel, a pensar que usted desconoce o se salta a la torera ser muy grave en una autoridad dictar resoluciones a sabiendas de que son injustas ¡Ajústese a los escritos oficiales del Ministerio de Fomento, de la Diputación Provincial y a las voces del sentido común. Dele ya el pasaporte del olvido a la vieja carretera del cementerio y no envíe por ella a una muerte anunciada a los que por carecer de vehículo propio, viajan en transportes públicos. Es decir, las gentes de menos recursos de toda esa trabajadora comarca cordobesa.
Una vez más queda advertido.
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