Bloqueo de El Cabril- PÉREZ CABO
Una protesta vecinal en Peñarroya paraliza al único cementerio nuclear de España
MARÍA H. MARTÍ - Córdoba - 29/11/2002
El Cabril, el único centro de almacenamiento de residuos nucleares de media y baja intensidad de España, situado al noroeste de la provincia de Córdoba, no recibe restos radiactivos desde el pasado 5 de octubre, día en que un grupo de vecinos de Peñarroya-Pueblonuevo (una localidad cercana, de 13.600 habitantes) cortó la carretera que comunica la instalación con el exterior para reivindicar la construcción de un hospital comarcal. El centro se mantiene en servicios mínimos y la falta de comunicación afecta a 600 entidades que no pueden dejar sus desechos
Fuentes de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que gestiona este cementerio nuclear desde 1986, señalaron que al centro acude sólo un 10% de los 246 empleados de El Cabril y que lo hace por dos caminos rurales tortuosos que no pueden soportar el tráfico de vehículos de más de cinco toneladas de peso. Según Enresa, en estas condiciones es imposible transportar los residuos, por lo que ha paralizado su recogida en los centros que los producen y el posterior transporte al cementerio nuclear.
Las mismas fuentes hicieron constar que la situación actual no supone ningún problema para las centrales nucleares, que disponen de medios para almacenar sus restos radiactivos durante años, pero sí afecta en mayor o menor grado a las cerca de 600 empresas e instituciones de toda España que han suscrito contratos de retirada de residuos con Enresa.
Se trata fundamentalmente de hospitales (en más del 50% de los casos), industrias (cerca de un 30%) y centros de investigación y educación. Hasta el 80% de estos desechos proceden de aplicaciones médicas. De momento la empresa no ha cuantificado las pérdidas. Sí se han suspendido los contratos temporales de 80 personas.
Los manifestantes advirtieron ayer de que no dudarán en cerrar también las rutas alternativas si en la reunión prevista hoy no se llega a un acuerdo sobre la construcción del hospital que demandan para la comarca del Valle del Guadiato.
Los vecinos de Peñarroya-Pueblonuevo, liderados por su alcalde, Rafael Muñoz (Izquierda Unida), cortaron la carretera que conduce a la planta de almacenamiento el pasado 5 de octubre. La Unión Europea ya se ha comprometido a financiar con nueve millones de euros la construcción de este centro sanitario, que gestionará la Junta de Andalucía. Pero para que se inicien las obras es preciso que el Ministerio de Economía, la Junta y el Ayuntamiento firmen un convenio que lleva meses bloqueado.
Rafael Muñoz afirmó ayer que este documento no se firmará (ni, por tanto, terminarán las movilizaciones) hasta que se garantice que el hospital se ajusta al proyecto que encargó el Ayuntamiento, que recibió la aprobación de los técnicos de la Junta en febrero de 2000: un centro sanitario de 60 camas que debería ocupar a unas 230 personas y dar servicio a una población de cerca de 30.000 habitantes, no sólo de Peñarroya-Pueblonuevo, sino de toda la comarca del Guadiato.
La Consejería de Salud, sin embargo, propone que se redacte un proyecto nuevo: un hospital de 15 camas que se ajustaría mejor, según los técnicos de la Junta, a las necesidades reales de la comarca.
Tanto Muñoz como los cerca de 100 vecinos que acampan en la carretera de El Cabril se niegan a aceptar esta enmienda; el alcalde recordó ayer que el Guadiato es una zona de población envejecida, "con necesidades sanitarias especiales". Indicó que una gran proporción de los actuales jubilados trabajó en las minas de carbón, de modo que la incidencia de enfermedades como la silicosis es alta en la zona.
En cuanto a la elección del lugar de manifestación, el alcalde lo justificó por el influjo negativo que, a su juicio, tiene la presencia de El Cabril sobre la comarca. Señaló que, a mediados de los sesenta, el municipio tenía censados cerca de 30.000 habitantes, frente a los 13.600 actuales; a su juicio, el declive industrial y poblacional de la comarca tiene que ver con la instalación de la planta de residuos nucleares.
Los datos que maneja Enresa son otros: indican que el declive demográfico comenzó en los cincuenta y que, durante los últimos 27 años, la población de Peñarroya-Pueblonuevo ha permanecido estable। La empresa señala también que, hasta el momento, ha invertido 75 millones de euros en la zona, y ha contratado bienes y servicios de proveedores de Peñarroya-Pueblonuevo por más de seis millones de euros।
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